Mi razón.

¿Por qué escribo?

¿Nunca has tenido una sensación de algo ardiente que te quema por dentro y necesitas sacarlo fuera? Entonces quizás deberías de tomar alguna pastilla para el ardor. Pero la escritura para mí es eso.

No he elegido escribir por qué sí, sino que un día me senté delante de un documento en blanco y las palabras salían solas. Sabía que poner. Todo por fin encajaba. Había encontrado ese algo, o ese algo me había encontrado a mí.

Solo escribir por mera pasión sería algo vanal, aunque aceptable. Hay que trascender más allá de los simples instintos y pasiones, hay que tener un por qué.

Día a día me doy cuenta de algo. Las personas no tenemos opiniones. Solamente nos afiliamos a las que nos parecieron en algún momento razonables y las adoptamos como propias. No defendemos nuestras ideas, defendemos lo que no hemos cuestionado.

Eso es lo que hay que romper. Destruye tus creencias. Deja de pensar lo que siempre has pensado. Ábrete a cosas nuevas. Quizás el lado opuesto no es tan malo. Quizás, y solo quizás, las ideas completamente distintas a las tuyas son lógicas y razonables.

Escribo para que pienses. Escribo para no estancarme y encontrar el confort de unas ideas fijas que no cuestiono. Escribo para, día a día, superarme a mí mismo y no dejarme caer en la pereza ideológica.

Si te apetece pensar, lee algo de esto.

No posts found

Entérate de cuando me apetece escribir

Acepta las cookies para poder navegar por este sitio web. ¡Gracias!    Más información
Privacidad
×